Aquí estoy en los carnavales cuando todavía no había cumplido tres años.
Poco a poco conseguía comenzar a dominar la caida de babas y tenía cara de mollete de antequera.
¡Estaba en la guardería y ya entonces me encantaba el carnaval!
Treinta años más tarde se me antoja disfrazarme de caperucita de nuevo...
Compro tela en el mercadillo de a dos euros el metro y mi suegra me hace una capa monísima.
Tenía una blusa de un disfraz de posadera de los carnavales de mis dieciseis años ¡que volvía a quedarme bien!. Sólo tuve que cambiarle los lazos.
En lefties encontré por casualidad una faldita roja a 1.99 euros que me vino de perlas.
Luego en la plaza de mi pueblo encontré un puesto que vendía medias de hilo a 1 euro. ¡Me enamoré de ellas porque eran exactamente las mismas que llevé a los tres años!
Treinta años después esta caperucita tiene su lobo y ha visto por primera vez el entierro de la Concha Fina.
¡Han sido unos Carnavales fantásticos!
qué guapa estás de caperucita, tanto de niña como ahora! y qué crecido está ya tu pequeño dante.
ResponderEliminarme encanta la alegría que siempre transmite tu blog.
Gracias chema. es que procuro escribir las cosas felices que me pasan...
ResponderEliminarGracias chema. es que procuro escribir las cosas felices que me pasan...
ResponderEliminarGracias chema. es que procuro escribir las cosas felices que me pasan...
ResponderEliminarOpino lo mismo que Chema, muy guapa tanto de pequeña como ahora de jovencita pero mi piropo, lo siento, va para el lobo "feroz" ¡¡guapooooooo!! XDDD
ResponderEliminarAla que guapa y encima el disfraz te a salido muy economico y como no el lobo esta guapisimo, jejeje.
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